QUINTA CLAVE: EL COMPROMISO

Un sueño con acción puede convertirse en realidad. Un sueño sin acción queda en fantasía. Sin compromiso y sin acción, no podemos hablar de coaching.

Quizás haya que comenzar a elaborar nuestro plan de acción con todo lo clarificado en las frases anteriores, o simplemente seguirlo o actualizarlo, definiendo los próximos pasos, introducir estándares mas elevados, acentuar el apoyo del gestor-coach... En cualquier caso, siempre asegurarse que existe un compromiso hacia la acción.

Para ello existen habría que preguntarse:

¿ De que me he dado cuenta?

¿Cuánto estoy dispuesto a invertir por conseguir la meta(tiempo, energía y dinero)?

¿Qué va a hacer?, ¿Qué más?

¿Cómo lo va a hacer?, ¿Con que plan de acción?

¿Cuál es el paso más importante/urgente?

¿Cuándo lo va hacer?

¿Puede introducir estándares más elevados?

¿De que manera contribuirán estas acciones a tu meta?

Llegados a este punto, hay una pregunta importante por parte del coach al coachee:

¿De que manera puedo mantenerle responsable de sus compromisos?

En esta parte es donde hay que darse cuenta, de que el proceso de avance en las tareas a realizar durante el proceso coaching, es sobre todo responsabilidad del coachee. Tanto el establecimiento como la realización de las tareas son responsabilidad de los que tienen la meta. Como coach, lo más útil es ir reflejando el nivel de actividad, compromiso, constancia y voluntades invertidas, calibrando el nivel de éxito que se está alcanzando.