PSICOLOGIA POSITIVA. CONFIANZA

La confianza en uno mismo, siempre estará relacionada con la autoestima alcanzada en este preciso momento.

La autoestima es la sensación de valía personal, surgida de nuestras pretensiones en la vida y de los éxitos logrados. Nuestras pretensiones están relacionadas con nuestros propios valores, nuestros objetivos y nuestras aspiraciones.

Es el concepto de definirnos por nosotros mismos frente a la familia, la educación, nuestras aspiraciones de ocio, en el trabajo o en nuestras relaciones.

La autoestima es relativamente estable en los humanos, pero puede ir cambiando en algunos momentos por el entorno. Para mejorar la autoestima, debemos cambiar nuestras aptitudes y el entorno donde nos movemos.

Para cambiar nuestras aptitudes, deberemos creer en nosotros mismos, en nuestra eficacia hacía cambios personales, y sentirnos libres en nuestra forma de actuar y en las decisiones que tomamos. Todo ello dominado por una actitud positiva.

La persona tiene que estar abrigada en sí misma y creer en sus propias posibilidades, en su seguridad. La predisposición a la confianza podrá variar según la personalidad propia de cada persona, no es algo que se consiga de un día para otro, sino que se consigue con el tiempo y serenidad.

Se manifiesta cuando surge, cuando la persona se siente respetada, comprendida y acogida. Se mantiene y se aumenta con la comunicación, los gestos, la tolerancia, la simpatía y la cordialidad.

Debemos comportarnos con nosotros mismos, siendo sinceros, estables y fuertes:

La sinceridad, garantiza la coherencia de nuestras acciones.

La estabilidad, buscará el equilibrio en situaciones criticas.

La fortaleza, nos aportará la seguridad para superar cualquier situación o dificultad.

LA CONFIANZA EN LA FAMILIA

Recordar que el sentimiento de confianza viene aparejado desde la crianza del niño, por la absoluta necesidad de protección y de seguridad. Después los padres deberán fomentarla en la medida que vaya creciendo el niño. Esto se consigue:

- Siendo tolerantes, comprendiendo, perdonando y ofreciendo alternativas a nuevas oportunidades.

- Siendo firmes, inculcando disciplina y exigencia razonables para que confíen en nosotros.

- Permitiendo la autonomía y la toma de decisiones, dejándolos errar para que intenten por sí mismos buscar soluciones.

- Salvaguardar a la persona y darle confianza en sus propias capacidades, sin juzgarlos.

La confianza entre hermanos es consecuencia directa de la confianza y del amor entre los padres. Los padres que respetan la individualidad de cada uno de sus hijos, permitirá a su vez, que sus hijos se comporten así entre ellos.

Las muestras de cariño, el humor compartido, ser transparente en los pensamientos y sentimientos, fomentan la confianza.