PSICOLOGIA POSITIVA. AMOR PROPIO

El amor propio no tiene nada que ver con egocentrismo, más tiende a ser, a quererse a sí mismo, aceptarse, valorarse, respetarse y a ser su mejor amigo. Podrá faltar el aprecio y la consideración de las demás personas, pero la realidad, es que somos lo más valioso que tenemos. Si no te quieres a ti mismo, no podrás querer a los demás.

Para tener amor propio lo que hay que hacer es potenciar nuestra vida, y sacar el mayor partido de los valores y fortalezas que poseemos. Se trata de un amor incondicional que nos ayuda a impregnar todo nuestro ser con vitalidad y poder. Quien se quiere a sí mismo, derramará felicidad allá por donde camine encontrando a su vez, la estima de nuestros semejantes.

Las personas que tienen una buena higiene mental y salud psíquica, son las más saludables, alegres, entusiasmadas y las que realmente gozan de la vida. Al fin y al cabo, dar en buena medida, siempre es recibir o al menos satisfactorio. Nadie puede hacer feliz a alguién, si no es feliz por sí mismo.

Muchas veces, el afán de las personas es encontrar esa felicidad en lo exterior, en lo material, esperando ser reconocidas o alabadas por sus semejantes, intentando que los demás lo aprueben, lo valoren o lo reconozcan, pero al final nunca llenarán el vacio de lo emocional o afectivo.

Cuando ha una persona es capaz de hacer daño o envidiar conscientemente, es porque carece de ese amor verdadero haciá si misma. Escupirá todo el veneno interior sin sentimientos y sin afecto, será una forma de ver que carece de autoestima y aceptación en sí misma.

Para una transformación es necesario saber cambiar lo que debemos de una manera constante y permanente. Primero deberás aprender a amarte, a ser comprensivo y respetarte a ti mismo.

Lo que pienses, lo que sientas y lo que hagas creará tu presente y tu futuro. Cree en tí y no en las enseñanzas adoptadas por la sociedad. Aprende a cambiar los pensamientos y actitudes negativas por positivas, sólo tú tienes el poder de decidir vivir sin odio, rencor, sin miedo y sin venganzas. Relacionate siempre de forma positiva, cree en tus valores, en tus posibilidades y deseos. No esperes que los demás te valoren o te quieran por lo que haces, sino por lo que eres realmente.