PSICOLOGIA POSITIVA. AMOR EN PLENITUD

Para entender el concepto de amor en plenitud, hay que diferenciar tres tipos de amor:

- El amor propio: Amor hacía ti mismo, aceptando tus defectos y virtudes. Tu capacidad de elegir y tomar decisiones por que te valoras y eres el mejor amigo que tienes.

- El amor a las relaciones: El afecto y aprecio que sientes hacía los demás.

- El amor a la vida: La ilusión de vivir plenamente socialmente a pesar de las adversidades.

El primer punto, lo hemos redactado en otra de las entradas del blog, en que se explica con todo detalle, puedes acceder en Psicología positiva. Amor propio.

Aquí trataremos de desarrollar los otros dos puntos del significado de amor:

AMOR A LAS RELACIONES

Dentro del amor a las relaciones, destacaremos el amor hacía a la otra persona o pareja y que abarca varias fases:

"ENAMORAMIENTO Y AMOR VERDADERO O MADURO"

- El enamoramiento o fase química: Los efectos que producen en el organismo esa persona para nosotros, en relación a cuerpo y mente haciéndolo enloquecer, y desbordando todo su ser. Despertando nuestra atención por sus cualidades atractivas y activando nuestras hormonas. Durante ésta fase gozamos de afecto, empatía, felicidad y bienestar psicofísico de profundo sentimiento, de que esa persona forma parte de uno mismo y nos realiza.

La fase de enamoramiento tiene una duración temporal que oscila de 2 a 6 años como máximo, luego pasaría a convertirse en amor verdadero o habrá desaparecido en el transcurso del tiempo.

- El amor verdadero: Conocido como amor maduro, el amor verdadero, el amor ideal, el amor del alma y que va más allá del puro sentimiento. Valora las cualidades físicas y atractivo, admira su inteligencia, la bondad, la simpatía, la ternura, el humor y la sintonía, llenando completamente todas las expectativas. A estar dispuesto a compartirlo todo y potenciar al máximo la felicidad de esa persona, para complementarse y pasar a ser un sólo ser. En caso de no sentirse así por las dos personas implicadas, no sería el amor, podríamos considerarlo como un amor no correspondido o simplemente apego.

Al amor necesitamos prestarle atención y cuidados, manteniendo el respeto mutuo, fomentando la admiración de la persona amada, aceptándola con sus defectos y virtudes sin pretender cambiarla, y procurando su felicidad.

Para distinguir un amor verdadero, debemos prestarle atención a los siguientes puntos:

- No es amor verdadero cuando dos personas, no tienen nada en común que puedan compartir.

- No es amor verdadero, cuando en la relación prima el egoísmo, no existe contacto o solo existe el deseo puntualmente.

- No es amor verdadero, cuando no existe cierta libertad y espacio en la convivencia.

- No es amor verdadero, cuando se miente, duda, critica o traiciona.

- No es amor verdadero, cuando no permite a la otra persona realizarse en si misma.

- No es amor verdadero, cuando no se ama los defectos de la otra persona.

- No es amor verdadero, cuando te dice que hoy te ama, y mañana te desprecia.

- No es amor verdadero, cuando no está dotado de la suficiente fortaleza para superar el desgaste de la convivencia o de las crisis que en toda relación aparecen, y que servirá como prueba de la pureza de nuestro amor.

"AMOR HACÍA LOS DEMÁS"

El afecto determina nuestra supervivencia como individuos sociales y la calidad de vida. El afecto es necesario para sobrevivir y vivir saludablemente.

Cuando se van conociendo a las personas, y se sienten compenetrados sentimentalmente es cuando sucede el trato de compartir y compaginar sus vidas. Pero hay que tener en cuenta que las uniones de amor, pueden adoptar formas diversas dependiendo de la evolución de la personalidad de cada uno y de los avatares de sus vidas.

Es necesario establecer con los demás el contacto físico, besos, caricias, abrazos, etc, para que nos aporte energía, adaptación, bienestar y equilibrio en las relaciones.

El problema siempre comienza, cuando hay que resolver conflictos cotidianos y no existe la capacidad de perdonar, impidiendo la reconciliación y el poder recuperar nuestra paz interior. Entonces comenzaremos a volvernos rivales, y por tanto, no estamos disfrutando de una relación sana.