
La vida es una jungla cargada de contrastes a la que hay que recibir con la mejor de las sonrisas. En el desafío es donde nuestra energía explota liberando toda creatividad, intuición e inteligencia que poseemos por consciencia. No se puede pretender tenerlo todo bajo control, eso mata la emoción. No hagamos oídos ciegos a los continuos cambios que suceden al otro las de las puertas. Nada escapa de la comprensión y apreciación del que ama su ahora imprevisible.